Relación entre docentes y padres de
familia
Padres:
“Ahora,
déjenme volar y descubrir mis horizontes, que sean mis pensamientos los que
orienten mis acciones, que sean mis sentimientos los que deciden mi entrega y
que mi ser madure en los valores que hago propios.”
Generalmente
la relación entre docentes y padres de familia se limita a la entrega de
boletas de calificaciones, organización de algún evento social e informes de la
mala conducta de los niños o del bajo aprovechamiento escolar. Son pocas las
ocasiones en las que estos espacios tienen como finalidad analizar algunos aspectos
como: la convivencia familiar, la comunicación, la relación afectiva entre
padres e hijos, la orientación para que apoyen el trabajo escolar en casa,
etcétera.
Es
necesario que juntos, maestros y padres de familia encuentren mejores formas de
trato hacia los niños. Para ello se requiere que planeen esta coordinación; es
decir, formulen estrategias y condiciones para lograrlo.
Muchas
veces los padres requieren mayor información acerca del desarrollo de sus hijos
y de cómo tratarlos. El maestro puede promover reuniones en donde algunos
especialistas hablen sobre las características del niño y los padres externen
sus dudas y construyan alternativas de
solución para mejorar su relación con
ellos.
Si
en lugar donde está ubicada la escuela no hubiera personal especializado,
organice entonces sesiones de intercambio de experiencias en donde se comenten
algunos problemas y la forma en que se han resuelto.
¿Por
qué es importante abordar el tema acerca de la comunicación familiar?
Porque
frecuentemente existe entre los padres de familia un conocimiento muy
superficial acerca de los gustos, intereses y aficiones de sus hijos. Por medio
de la comunicación se consiguen mejores elementos e información para responder
a las necesidades, metas y anhelos de cada uno de los miembros de la familia.
Las
conversaciones en donde todos intervengan y no se juzgue ni ridiculice a nadie,
los juegos y actividades como sembrar árboles, narrar o leer cuentos o
leyendas, etcétera, sirven para lograr lo anterior.
¿Cómo
orientar a los padres de familia para que sus hijos adquieran mayor confianza
en sí mismos?
Para
la adquisición de este propósito se sugiere:
•
Hacer hincapié en que el desarrollo es un proceso lento y paulatino con
avances, retrocesos y habilidades que se van formando día con día a partir del
dominio y concientización de los recursos.
•
Estimular a los niños en cada uno de sus esfuerzos por pequeños que sean, así
tendrán experiencias de éxito que los harán más seguros de sí mismos.
•
Fomentar su autoestima confiando en ellos, en sus talentos y cualidades.
Animarlos y respetarlos para que aprendan a confiar en sí mismos, ya que en la
aprobación o desaprobación de los adultos significativos (padres y maestros),
los niños definen quiénes son y cuánto valen.
Enfatizar
la importancia del sentido de pertenencia al grupo familiar, haciéndolos sentir
amados y aceptados de manera incondicional dentro de la familia.
Procurar
que no se sientan comparados, ni empujados a imitar a otros niños.
Enseñar
a asumir riesgos. Esto se logra cuando están seguros de no ser castigados si
cometen algún error, motivarlos a hacer aquello para lo cual ya tienen
capacidad e invitarlos a tomar sus propias decisiones.
Ayudar
a los niños a fijarse metas y trabajar para conseguirlas.
Crear
un ambiente propicio para preguntar. La curiosidad es una característica
natural y responde al interés por el mundo que los rodea.
Las
sugerencias arriba señaladas permitirán a los padres darse cuenta de que los
niños aprenden de ellos el gozo por la vida, la confianza en la capacidad de
controlar el entorno personal y la esperanza en el futuro, por eso deben
convivir y disfrutar juntos diferentes actividades recreativas.
¿Qué
relación existe entre la salud de los niños con el aprendizaje?
Un
niño sano estará en mejores condiciones para aprender. Por eso es necesario que
el maestro oriente a los padres de familia acerca de las formas para lograr y
mantener la salud. Este aspecto, abarca temas como: la nutrición, el
conocimiento y el cuidado del cuerpo, la prevención de enfermedades, etc. Se
pueden organizar sesiones con especialistas en donde se aborden estos u otros
temas y los padres reciban orientaciones específicas o bien, planear reuniones
entre ellos para intercambiar experiencias y soluciones a problemas comunes.
¿Cómo
lograr una mejor participación de los padres
en relación con el aprovechamiento de sus
hijos en la escuela?
Es
conveniente realizar una junta inicial con los padres de familia para darles a
conocer cuáles son las asignaturas que se van a impartir y los propósitos que
sus hijos deben alcanzar en cada una de ellas. Concientizarlos de que el
programa se irá desarrollando de acuerdo con las características y el ritmo de
aprendizaje que el grupo presente y en particular cada uno de sus hijos. Si los
padres están enterados acerca de los contenidos que se van a tratar durante el
año, podrán brindar una ayuda más eficiente y proporcionarán los apoyos y
recursos necesarios.
Es
necesario que el maestro informe constantemente a los padres sobre los avances
y dificultades de sus hijos en cuanto a su rendimiento académico y no sólo los
llame para darles resultados finales. Es importante que reconozcan el esfuerzo
de los niños y en el caso que su aprovechamiento escolar fuera bajo, hacerles
ver que estas fallas en el aprendizaje son punto de partida para reiniciar el
proceso y no la oportunidad para la aplicación de medidas represivas, ya que
éstas traen como consecuencia en los niños una baja autoestima que los lleva a
sentirse poco inteligentes, torpes y temerosos de cometer errores.
Los
maestros de grupo pueden trabajar un aspecto o problema que detecten en sus
aulas: la curiosidad sexual de los niños, el atraso escolar y cómo superarlo en
casa, la influencia de algunos problemas familiares (divorcio, maltrato,
etcétera) en la vida académica y personal del niño.
Los
maestros comentarán e investigarán en estas reuniones, diversos aspectos de un
problema; pondrán en común sus conocimientos y experiencias, ofrecerán
alternativas de solución y planearán la manera en que se trabajarán estos temas
con los padres. De tal modo que sean ellos quienes obtengan sus propias
conclusiones.
El
trabajo así organizado evitará que se den a los padres ideas desvinculadas,
regaños e informaciones poco útiles.
Por
ejemplo; si el alumno presenta algún atraso en su aprendizaje el maestro
procurará que padres e hijos lean con frecuencia en el hogar, les sugerirá que
sean textos pequeños (cuentos breves, párrafos, etc.), una vez leído el título,
imaginen de qué se va a tratar, que se hagan preguntas como: ¿Qué piensas que
va a suceder? ¿En qué crees que termine? ¿Qué otro título le pondrías? ¿Qué fue
lo que más te gustó? Etcétera.
Esta
actividad debe realizarse diariamente hasta llegar a la comprensión de lecturas
más complejas y extensas.
También
conviene elaborar redacciones acerca de lo que se leyó. Estos mensajes por muy
pequeños que sean, son muy útiles en la ejercitación de la escritura.
Las
actividades que realiza el niño cotidianamente, se pueden relacionar con la
resolución de problemas, este es el caso de las compras que se hacen para el
hogar. En éstas, anticiparán costos y llevarán a cabo las operaciones
aritméticas necesarias.
Llevar
a los niños al cine, a la biblioteca, al teatro, al museo, etc., servirá para
dialogar con ellos, intercambiar opiniones, cuestionarlos acerca de lo
observado y contestar las dudas que plantean.
Todas
estas sugerencias son actividades que los padres pueden realizar con sus hijos
y serán un auxilio muy importante en la prevención y superación de algunas
dificultades escolares.
Por
medio de estos lazos de colaboración se logrará que los padres se
responsabilicen de la formación y educación de sus hijos: la escuela y los
maestros les proporcionarán los medios para lograrlo.


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